La fama póstuma de Lope de Vega

Trambaioli, Marcella
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Para sus contemporáneos Lope de Vega, pese a los escándalos, a su condición social preburguesa y a la falta de un duradero mecenazgo nobiliario o monárquico, es un hombre legendario, es el Monstruo de la Naturaleza, es el ingenio poético y dramático más prolífico y genial; es el protagonista de las principales contiendas literarias, es admirado y criticado; todo lo bueno que hay en el Seicientos es de Lope. Él mismo cuida con esmero su imagen de poeta laureado y se autopromueve de mil maneras, a veces incluso de forma contraproducente. Cuando muere, la Fama póstuma, recogida por Pérez de Montalbán, representa el broche de oro de su celebración coetánea. No obstante, su fama empieza a declinar en seguida y la posteridad le reconoce a duras penas una relativa popularidad en los reducidos confines nacionales por múltiples y complejas razones histórico-culturales que nada tienen que ver con su talla de proteico escritor y de sublime poeta lírico ​
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