Integrar competencias básicas y aprendizajes imprescindibles: potencial curricular de las actividades globalizadoras
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La primera aparición del concepto “competencias básicas”, se remonta al año 2000 tras el Consejo Europeo de Lisboa, en el que por primera vez se hace mención a la necesidad de que los alumnos adquirieran las por entonces nuevas competencias básicas. Cuya idea era ofrecer mejores oportunidades de aprendizaje para todos los alumnos de todas las edades y niveles educativos, como mejor baza para hacer frente a la situación de globalización. La idea de introducir las competencias básicas en los curriculum escolares, asegurará que el alumnado, en general, sin distinción de raza, sexo, edad, nivel socioeconómico, etc. reciba una serie de saberes –considerados imprescindibles para vivir en la sociedad actual- que le permitan ser un ciudadano integrado y capacitado para desenvolverse en el contexto social. Y, en posteriores Consejos se fueron perfilando en torno al tema del aprendizaje permanente a lo largo de la vida. Lo que necesariamente supone, otra forma de ver y afrontar el currículum escolar. Pero la polisemia del concepto, sus orígenes diversos y la tradición curricular academicista no eran sus mejores armas