Un Toque de color: la identidad de un pueblo en la proyección de una comunidad urbana
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dc.date.accessioned
2015-10-23T11:42:13Z
dc.date.available
2015-10-23T11:42:13Z
dc.date.issued
2015-06
dc.identifier.uri
dc.description.abstract
México ha sido el lugar dónde he visto ponerse de manifiesto el vínculo de la arquitectura con la sociedad de una
forma clara y evidente. Es obvio que la arquitectura representa, por su propia naturaleza, una actividad y un
producto destinado a satisfacer necesidades humanas en las escalas individual, grupal y social, al igual que el
entorno urbano, el cual es también un continente y un condicionante de esta arquitectura. Por desgracia, existen
demasiados proyectos arquitectónicos y urbanos que poca relación tienen con la sociedad a la que deberían
satisfacer. En México, cuando un proyecto realizado no cubre las necesidades o voluntades de una comunidad,
barrio o población, este pierde todo su significado, hecho que conlleva consecuencias. La reacción ante un
proyecto que no funciona depende sobretodo del entorno social en el que se encuentre ubicado. De todas ellas,
los actos vandálicos son la forma más común. Dentro de una misma ciudad, son las zonas con un riesgo de
marginalidad alto las que reivindican sus necesidades respecto a la arquitectura de una forma más agresiva.
Cuando un proyecto no cumple con aquello que el barrio necesita, o no tiene un vínculo fuerte con la población,
este acaba, en poco tiempo, “hecho pedazos”.
Es el gobierno del mismo municipio, en México, el que se encarga de subvencionar programas y proyectos,
sobretodo de espacios públicos y equipamientos básicos, en los asentamientos urbanos de pocos recursos.
Aunque los programas estén destinados a la población que más los necesita, la gran mayoría de las veces se
proyectan sin tan siquiera conocer la comunidad dónde van a ser realizados. Esta desconexión con la población
provoca enfrentamientos entre los creadores de los proyectos y la población y peor aún, que los proyectos no
sean aceptados y por lo tanto, al poco tiempo, destruidos. Si algo queda claro entonces es que, si no se trabaja
en la relación que la arquitectura debe tener con la sociedad, ésta se pierde por completo.
Existen actualmente en México equipos de profesionales, aunque aún pocos, que se dedican al estudio de
diferentes metodologías para interactuar con la población de las comunidades e involucrarla en este tipo de
proyectos. Cada vez son más los despachos de arquitectura que aprovechan estos conocimientos para la
realización de estudios previos a sus proyectos. Este tipo de estudios se denominan diagnóstico social y forman
parte de la realización misma del proyecto. Uno de los aspectos más relevantes en los que se basa este tipo de
diagnósticos es la identidad.
En relación con nuestras necesidades, los edificios nos brindan o deberían brindar en primer lugar protección (de
la intemperie, de nuestra intimidad, de nuestros bienes materiales, de agresiones o ataques externos, de
siniestros naturales o generados por la acción humana, etc.) Pero también deben cubrir nuestra necesidad de
identidad ya que manifiestan lo que somos como personas, grupo o comunidad, en relación al ámbito cultural al
que pertenecemos y al clima y paisaje en el que vivimos. Es mediante esta necesidad con la que se consigue la
mayor parte de un vínculo de la arquitectura con su entorno humano. Un proceso de estudio de esta identidad
proporcionará el significado de este tipo de proyectos.
El resultado de un proyecto con significado no es otro que el de espacios urbanos a escala humana y edificios
integrados con ese entorno, cargados muchas veces de un simbolismo que apela al entendimiento de sus
habitantes y en el que queda implícita una profunda necesidad de trascendencia. Hay una fuerte relación de
afecto entre cada habitante y su ciudad o su sitio. Es ese lugar tan particular donde uno ha nacido, se ha criado,
ha interactuado oyendo desde pequeño historias propias de su entorno, historias de su familia o contadas por su
familia; donde compartirá trabajos, penas y alegrías, haciendo del ocio una continuidad de su actividad cotidiana.
Es imprescindible que la creación de estos espacios sepa participar de esta identidad.
NUUK es un despacho de arquitectura y urbanismo que realiza proyectos urbanos y arquitectónicos focalizando
el diagnóstico social. Es trabajando con ellos que me doy cuenta del impacto que tiene este proceso en
comunidades de estas características. La oportunidad de trabajar en un proyecto que englobe este tipo de
estudios me conmueve, ya que siempre he pensado que la arquitectura no puede dar la espalda a la sociedad. Es
este el motivo por el cual decido un proyecto que participe de la identidad de un pueblo, que aproveche sus
conocimientos, su historia y su comportamiento para proyectar un espacio que funcione, que tenga un significado.
Hércules es el nombre del barrio elegido. Después de la realización de más de un proyecto con los colonos de
Hércules me doy cuenta de que es uno de los barrios con más identidad de toda la ciudad gracias a su tradición,
su historia y sobre todo, la conciencia de sus vecinos de saberse intrínsecamente unidos a su entorno hasta el
punto de sentirse dueños de él. Una de las particularidades del barrio es su imagen urbana, basada en gran parte
en el muralismo. Este tipo de arte urbano representa para Hércules un componente esencial de su identidad. A
pesar de su importante presencia, la vida, la formación, y la situación de sus artistas es un mundo por conocer.
Ellos, los que le dan la personalidad a su entorno, muchas veces no disponen de las condiciones necesarias para
poder abrirse camino.
¿Por qué no, entonces, utilizar el arte urbano de Hércules para manifestar ese proceso de identidad y pensar en
un espacio para sus artistas? UN TOQUE DE COLOR es la proyección de una comunidad de vecinos dentro de un
entorno urbano mediante un proceso de participación social. El proyecto engloba dos grandes partes. La primera,
de análisis, es el diagnóstico social; la segunda es la proyección urbana de la comunidad. El diagnóstico social
que se trabaja en este proyecto no es un diagnóstico completo, ya que si lo fuera, debería continuar también en
los procesos de diseño y construcción de éste. Ya que el proyecto que se desarrolla no se lleva a cabo, solamente
se trabaja la primera parte del diagnóstico, en dónde se comprueba su finalidad y se demuestra el vínculo de
identidad con la población de Hércules
dc.format.mimetype
application/pdf
application/zip
dc.language.iso
spa
dc.relation.ispartofseries
Arquitectura
dc.rights
Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Spain
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Un Toque de color: la identidad de un pueblo en la proyección de una comunidad urbana
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